Por qué Rockets y Spurs no pagan por KD

La salida silenciosa

Cuando vi el tuit de Marc Stein — ‘Rockets y Spurs no planean ofertas altas para KD’ — mi café se detuvo a mitad de camino. No por sorpresa, sino porque tenía sentido.

No fue un grito de indignación, sino un silencio. Una aceptación callada: incluso la grandeza tiene un precio que no siempre vende.

Hablamos de Kevin Durant: uno de los mejores anotadores en la historia de la NBA, campeón dos veces, capaz aún de anotar 40 puntos en medio partido.

Y sin embargo, ningún equipo elite se apresura a pagarle lo máximo.

La edad no es solo un número — es una estrategia

Durant cumple 37 en septiembre. Ese número no lo detiene del juego All-NBA.

Pero en la NBA moderna, la edad forma parte del cálculo financiero.

Recordé enseñar economía deportiva hace un año. Un estudiante preguntó: “¿Firmarías a LeBron o Steph a los 38?” Respondí: “Solo si estás dispuesto a apostar tu franquicia por una temporada mágica.” Esa misma lógica guía a Houston y San Antonio.

Ven lo que todos vemos: Durant sigue siendo grande… pero su contrato largo? Su historial de lesiones? La pregunta ya no es si puede anotar… sino si debería pagársele como quien puede llevar al equipo a cuatro títulos en cinco años?

Presión del Sol: La fuerza invisible

Aquí viene lo emocional. Los Suns están desesperados —no solo por victorias, sino por paz. Han construido todo alrededor de Durant como si fuera su pieza final. Y ahora… podría irse antes incluso de resolver el rompecabezas.

He visto esto antes: en clases, amistades, historias de amor con demasiados ¿y si? Cuando una parte tiene todo el poder para irse… todos empiezan negociando con miedo, no con esperanza.

La dirección de los Suns lo sabe: si no actúan rápido, arriesgan perderlo todo —incluso su dignidad. Así que aceptarán cualquier oferta que abra espacio: hasta contratos con valor reducido.

Me duele un poco. El hombre que dijo ‘no estoy persiguiendo récords’ ahora parece perseguir migajas solo para mantenerse relevante.