Como analista de Brooklyn criado en la calle, veo el contrato de Cam Thomas no como un triunfo, sino como una protesta silenciosa: el sistema premia la obediencia, no el coraje. Esto no es sobre estadísticas, es sobre quién escribe las reglas.

Un analista de Brooklyn desentraña el empate 1-1 entre Volta Redonda y Avai: no es un resultado, sino un espejo de la injusticia sistémica. Aquí no se trata de goles, sino de quién calla y quién se pierde.