La Apuesta de 111 millones que nadie esperaba

Los números no mienten: aunque los 76ers crucen la segunda línea de impuestos de lujo la próxima temporada —y lo harán—, planean mantener a Joel Embiid, Paul George y Tyrese Maxey en la cancha.

Sí. Ese trío. El que jugó solo 15 partidos juntos esta temporada: 7 victorias y 8 derrotas. Y aun así… no se rinden.

No es solo terquedad. Es estrategia. Mantener su tercer pick les da $11.1 millones en espacio salarial para 2025-26. Significa que están dispuestos a pagar millones en impuestos solo para seguir con este sueño frágil.

Y honestamente… lo entiendo.

No Se Trata de Ganar — Se Trata de Redención

Embiid perdió casi dos tercios de la temporada. George jugó con dolor como si estuviera auditionando para un villano de Marvel. Maxey jugó 52 partidos pero parecía haber estado entrenando en Marte.

Fueron un desastre herido… pero también los mensajeros del descontento filadelfiano.

En una ciudad donde el deporte está ligado a la identidad, perder no es fracaso; es traición. Así que cuando tu franquicia dice «intentémoslo otra vez», incluso tras informes de lesiones catastróficos… no cuestionas el gesto.

Te preguntas: ¿Es valentía o delirio?

La Línea del Impuesto de Lujo No Se Conmueve por Tus Heridas

Sea claro: nadie debería romantizar el derroche financiero.

Pero aquí está lo que muchos analistas pasan por alto: esta decisión no se trata de ser rico — se trata de ser relevantes. La segunda línea del impuesto de lujo no es un muro; es un bache si estás construyendo alrededor de estrellas con techo campeonato.

Cuando tienes tres jugadores capaces de llevar un equipo solos… no los sueltas porque el salario se puso feo.

Piénsalo: ¿cuántas franquicias han reconstruido con éxito tras deshacerse de su núcleo a mitad ciclo? Menos de las que crees.

El verdadero peligro no es pagar impuestos — es dejar que el talento desaparezca antes de tiempo.

Por Qué Estoy A favor (a regañadientes)

He pasado años analizando dinámicas roster desde mi azotea en Brooklyn, donde cada partido parece una discusión callejera sobre justicia vs ambición.

Así que sí, soy escéptico —mi cerebro INTJ grita “reconstruir ahora!” Pero luego recuerdo: Los Knicks no ganaron grandes títulos hasta aguantar a su núcleo ‘malo’ durante cuatro temporadas del infierno. The Warriors no ganaron siete títulos buscando jóvenes promesas — construyeron alrededor de Steph Curry mientras pagaban lo más alto desde temprano.

El sistema premia la persistencia más que la perfección —especialmente cuando tu estrella está médica e inestable pero emocionalmente irreemplazable.

Pregunta clave: ¿Pueden ganar? No importa tanto como preguntarse: ¿Estamos listos para aceptar que algunas historias no terminan con trofeos… sino con esfuerzo, simplemente? P.D.: Si alguien piensa que árbitros IA podrían haber salvado esos 15 partidos… hágame caso después del sorteo del draft.